Cuando Saku acogió a un gato negro callejero, nunca pensó que se convertiría en el equivalente a un compañero de vida en el hogar. Pero Yukichi, un gato gigante que sobresale por encima de Saku, no es un felino corriente. Se enorgullece de sus habilidades culinarias y una buena oferta en el supermercado siempre le hace mover los bigotes. Puede que Saku aún no se haya espabilado, pero al menos tiene a Yukichi.
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